Soy de TACNA, y escribo desde acá ocurrencias propias y no necesariamente por coyunturas.

domingo, 22 de mayo de 2016

PÓNGASE EL CINTURÓN, JOVEN


La gente pobre, como yo, va a su chamba en las famosas combis públicas más por necesidad que por deseo. Si tuviéramos plata iríamos en taxi o nos compraríamos una chatarrita; hasta una moto scooter sería mejor que ir en esas latas de sardinas con choferes desaseados y cobradores malcriados, medio malandrines. Sin contar, claro, el inminente riesgo que tenemos de irnos al cielo en un espectacular accidente que actualmente es pan de cada día*. Ya en otras ocasiones escribí algo sobre el tema del transporte público en Tacna en Al fondo hay sitio 1, Al fondo hay sitio 2 y Al fondo hay sitio 3.

Pero hoy, quiero centrar el asunto en los cinturones de seguridad. No recuerdo hace cuántos años un presidente, o un Congreso, aprobó una ley que obligaba a todos los choferes a usar el susodicho cinturón de seguridad, so pena de multa. Esto a causa de las muchas muertes que ocasionaba su poco uso. Al cabo de menos de un año, ya parecía que los conductores habían aprendido a usarlo y el Gobierno en los medios de comunicación se felicitaba por haber conseguido tan importante logro en la educación vial peruana y sin tanto esfuerzo ni gasto. Hoy, al cabo de algunos años más, vemos a casi todos los conductores usando el cinturón de seguridad, cumpliendo y haciendo cumplir esta elemental norma de tránsito ¿o no?

Tenemos que tomarnos un poco más de tiempo para ver si lo anterior es completamente cierto, o no.  En la combi (o minibús, o cúster), cuando uno se pone en el asiento del copiloto, más de una vez nos olvidamos de ponernos el cinturón de seguridad, porque la ley también debería estar aplicada a los pasajeros. Es entonces cuando el chofer, a veces, nos pone al tanto con frases como “Póngase el cinturón, joven”, “Cinturón, cinturón”, “ponte la correa pe, broder” o alguna fórmula similar. A mí me ha pasado.

Ahora, ¿y qué con los choferes? ¿Ellos se ponen en serio el cinturón de seguridad? Si nos fijamos bien (hagamos el intento), muchos de ellos llevan puesto el cinturón de seguridad de finta nomás, de mentiras. No se lo abrochan, lo que viene a ser lo mismo a que no lo tuvieran puesto. Una vez tomé una foto a uno de estos choferes, arriesgando mi vida:



Y no son pocos los que copian esta forma de “ponerse” el cinturón de seguridad. Quiere decir, que se están vacilando con la ley, la están cumpliendo en apariencia, solo pa que el tombo no friegue, para no pagar la multa o coima. Como se dice por ahí, hecha la ley, hecha la trampa. El ingenio del peruano, una vez más, se usa para burlar la autoridad; ojalá la usáramos para ser más productivos.





----------

* Es conocida por todos la noticia del niño de seis años atropellado hace no muchos días en Tacna, lo cual llena de tristeza y enfado hacia los malos conductores y la mala educación vial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario